Cuando somos jóvenes y nos planteamos comprar una vivienda solemos imaginar un lugar de descanso y recreo en el cual poder desarrollar cómodamente nuestra vida. En el que disfrutar de los nuestros, ya sean amigos o familia en un ambiente de paz y tranquilidad. Pero cuidado, una vez nos hemos establecido en ella y el […]
Cuando somos jóvenes y nos planteamos comprar una vivienda solemos imaginar un lugar de descanso y recreo en el cual poder desarrollar cómodamente nuestra vida. En el que disfrutar de los nuestros, ya sean amigos o familia en un ambiente de paz y tranquilidad.
Pero cuidado, una vez nos hemos establecido en ella y el día a día comienza a conquistar nuestras rutinas es cuando empezamos a enfrentarnos a la realidad de ser propietarios y propietarias. Los problemas cotidianos afloran y con ello diversas cuestiones como las goteras, calar al vecino de abajo o el mal funcionamiento de alguno de los electrodomésticos.
Y es en estos momentos cuando empieza a cobrar sentido la existencia de un seguro de hogar para la casa. Si bien es cierto que previamente nos podría haber parecido un gasto superfluo, a la larga suele demostrarse su utilidad. Por eso, hemos recopilado toda la información relativa a este tipo de seguros. Para poder aconsejarte cómo elegir el mejor a la hora de firmar un préstamo hipotecario.
El seguro de hogar
Lo primero es lo primero. ¿Sabes exactamente qué es un seguro de hogar? Técnicamente podemos definirlo como el seguro que contrata el propietario o poseedor de una vivienda para cubrir los daños y desperfectos que puedan ocurrir en la misma. Así como la responsabilidad civil originada por los daños y lesiones que se puedan causar desde la vivienda.
En el primer caso estaríamos hablando por ejemplo de daños por incendio, robos, accidentes domésticos, derivados de cortocircuitos eléctricos o causados por temporales. Y en el segundo estaríamos haciendo referencia a desperfectos o lesiones ocasionadas por caídas de objetos desde las ventanas y terrazas o a las inundaciones a pisos inferiores.
En síntesis, las coberturas del seguro de hogar se organizan en tres conceptos:
- Contenido: se refiere a todo lo que hay dentro de la vivienda y que pertenece tanto al asegurado como a terceras personas que viven ahí habitualmente. Se compone del mobiliario, las joyas y los objetos con algún tipo de valor artístico. Los cuales son catalogados como objetos de valor especial.
- Continente: es la vivienda en sí misma, es decir, su estructura física y dimensiones. En otras palabras, estamos hablando de las paredes, el techo, las puertas, el baño o los armarios empotrados.
- Responsabilidad civil: como ya te hemos comentado antes, se refiere a los daños que nuestra vivienda pueda ocasionar a terceros. Como por ejemplo la caída de una maceta que tenemos en la repisa de una ventana, o los desperfectos que pueda ocasionar el dejar un grifo abierto.
Normalmente en un seguro de hogar se incluyen otros conceptos relacionados con las coberturas comentadas. Así, estaríamos hablando de robos y hurtos en el interior de la vivienda, de atracos fuera del domicilio y de defensa jurídica, muy útil para casos de defensa penal, procedimientos de fallecimiento y reclamaciones laborales.
¿Es obligatorio contratar un seguro de hogar?
Esta es una pregunta muy recurrente al ir a contratar una hipoteca. Pues bien, la respuesta es que no. Aunque lo hayas escuchado en cientos de sitios, ciertamente, no existe la obligación de contratarlo. Ni cuando hay una hipoteca de por medio ni cuando no la hay.
Ante esta cuestión, vamos a ir al grano. La única obligación a la que tienes que estar sujeto es a contratar un seguro de incendios o también llamado seguro de daños cuando has firmado una hipoteca y el propietario de la vivienda es el banco.
De aquí se pueden extraer dos ideas. La primera es que esta obligatoriedad solo se da en el caso de pagar la vivienda mediante una hipoteca. Es decir, que si pagas tu casa sin necesidad de recurrir a ninguna entidad bancaria para solicitar un préstamo, no tienes porqué contratar ningún seguro de incendios ni del hogar. Eso sí, en el caso de que suceda algo, no tendrás a nadie detrás que te proteja responsable y económicamente.
Y la segunda idea es que el motivo por el que el banco te obliga a tener un seguro de incendios es porque realmente los intereses están vinculados a los mismos riesgos que corre el inmueble. Y si sufre algún daño este, se verá repercutido en las cuentas del banco.
¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir el mejor seguro de hogar del mercado?
Una vez dado el paso de contratar un seguro de hogar, te dejamos a continuación unos puntos a tener en cuenta.
Lo primero que aconsejamos es que compares diversas opciones teniendo en cuenta tus circunstancias. Es decir, no es lo mismo por ejemplo asegurar una casa de campo que un ático en un rascacielos de Madrid.
A continuación, deberás informarte de cuáles son las coberturas de cada uno de los seguros. Y por supuesto asegurarte que entiendes correctamente qué cubre cada una de ellas, el nivel de indemnización y los límites que suelen aparecer en la letra pequeña.
Como tercer punto te recomendamos también que hagas una correcta valoración del contenido y el continente sin declarar menos de lo que realmente hay. Para que, en el caso de sufrir un siniestro, no se te infravalore el daño y la indemnización sea proporcional a lo declarado.
En esta línea apelamos al sentido común para contratar únicamente aquellas coberturas que realmente te sean útiles. ¿De qué te serviría asegurar joyas y objetos de valor si no tienes? Al final el precio se verá reducido si contratas solo lo necesario.
Y, por último, no olvides leer detenidamente las condiciones generales y las particulares para saber qué estás asegurando. En el caso de duda, consulta con fuentes ajenas a la propia entidad bancaria o aseguradora como las asociaciones de consumidores. Para tener otro punto de vista diferente.