El pasado 11 de noviembre se celebró mundialmente el Día del Soltero. Por eso en Hipoo pensamos, ¿y si hablásemos sobre las diferencias de contratar una hipoteca solo o de forma conjunta? Dicho y hecho, nuestro compañero César se puso a ello y elaboró un análisis que establece las dificultades reales que existen en la […]
El pasado 11 de noviembre se celebró mundialmente el Día del Soltero. Por eso en Hipoo pensamos, ¿y si hablásemos sobre las diferencias de contratar una hipoteca solo o de forma conjunta? Dicho y hecho, nuestro compañero César se puso a ello y elaboró un análisis que establece las dificultades reales que existen en la actualidad a este respecto.
Del análisis concluimos que las personas que contratan hipoteca de forma no conjunta han perdido el 37% del poder adquisitivo respecto a la compra de una vivienda media de 60 metros cuadrados desde hace 30 años.
En 1.992 una persona sola se podía endeudar para una hipoteca a 30 años hasta un 109% del valor de la vivienda deseada. Actualmente, únicamente lo podría hacer hasta un 72%. “Lo que conlleva una pérdida muy considerable de capacidad para poder llevar a cabo la compra de la casa y, consiguientemente, la contratación hipotecaria”, apunta César.
- Para 1.992: el ratio de endeudamiento hubiera sido de 333 euros. Por lo tanto, el préstamo máximo al que podría aspirar una persona, de forma individual, sería de 78.894 euros. Es decir, su capacidad para endeudarse para una hipoteca a 30 años sería de un 109% respecto al valor de la vivienda escogida en ese año, que era de 72.120 euros.
- Para 2.002: el ratio de endeudamiento hubiera sido de 449 euros. De ese modo, el préstamo máximo al que podría aspirar una persona, de forma individual, sería de 122.301 euros. Es decir, su capacidad para endeudarse para una hipoteca a 30 años sería de un 103% respecto a valor de la vivienda escogida en ese año, que era de 117.600 euros.
- Para 2.012: el ratio de endeudamiento hubiera sido de 596 euros. Por lo tanto, el préstamo máximo al que podría aspirar una persona, de forma individual, sería de 162.342 euros. Es decir, su capacidad para endeudarse para una hipoteca a 30 años sería de un 94% sobre el valor de la vivienda escogida en ese año, que era de 171.660 euros.
- Para 2.022: el ratio de endeudamiento óptimo para el sueldo medio actual sería de 560 euros. De ese modo, el préstamo máximo al que podría aspirar una persona, de forma individual, sería de 152.536 euros. Es decir, su capacidad para endeudarse para una hipoteca a 30 años sería de, únicamente, un 72% del valor actual de la vivienda elegida que asciende a 209.520 euros.
En 30 años, los sueldos han subido un 68% y el precio del metro cuadrado un 190%
Ahora mismo, para la compra de una vivienda unifamiliar de 60 metros cuadrados estándar, una persona necesitaría unos ahorros totales de 58.665 euros. Ya que tiene una capacidad de endeudamiento del 72%, mientras que el resto lo tendría que poner como entrada. En cambio, hace 30 años tendría la suficiente capacidad financiera para amortizar la deuda, incluso por encima del propio valor de la casa, hasta un 109%. Por lo que se deduce que, aunque tuviera que pagar una entrada, con tal capacidad financiera respecto a la vivienda, no iba a suponer un problema.
Y es que según refleja el análisis comparativo, desde 1992, los sueldos han subido un 68%. Mientras que la vivienda ha ascendido, casi exponencialmente, un 190%. “Lo que evidencia una clara desventaja por parte del nuevo comprador. Sobre todo si adquiere su vivienda e hipoteca solo y no de forma conjunta”, señala nuestro compañero, César.
El perfil del cliente, lo más importante para los bancos
César afirma que comprar una vivienda de forma individual no debería de ser un hándicap para el interesado o interesada, “siempre y cuando tenga un perfil solvente“.
Del mismo modo, definimos el modus operandi de los bancos como “más precavido” ante este tipo de compradores. “Las entidades bancarias suelen ser más estrictas cuando estudian el ratio de endeudamiento y la situación laboral de estos perfiles interesados”, apunta César.
Elaboración análisis
Para la elaboración de este análisis sobre contratar una hipoteca solo o de forma conjunta utilizamos los datos de sueldo medio neto en España. Y del precio por metro cuadrado en Madrid en 1992, 2002, 2012 y 2022.
Del mismo modo, escogimos como referencia un piso estándar de 60 metros cuadrados. Considerando que es una superficie adaptada para la vida de una única persona. También tuvimos en cuenta que, en 1992, los intereses hipotecarios se calculaban a raíz del mibor. El cual estaba en ese año, aproximadamente en un 3%. Mientras que para 2002, 2012 y 2022 utilizamos un euríbor medio del 1,9%. Escogiendo como tipo de interés el fijo.
Para observar cómo ha evolucionado la capacidad adquisitiva de este tipo de perfiles, realizamos el cálculo de su ratio de endeudamiento. Cabe recordar que el ratio óptimo de endeudamiento para afrontar una hipoteca es del 35% del sueldo neto. Es decir, no se debería dedicar más de ese porcentaje de los ingresos netos mensuales a pagar la deuda hipotecaria.
Para calcular el préstamo máximo al que podría aspirar una persona cogimos el ratio de endeudamiento (entendiendo que sería su máxima cantidad de cuota posible para considerar viable la hipoteca) de cada año multiplicado por 30 años -la vida de la hipoteca-, multiplicado, a su vez, por el interés seleccionado, un 3% para 1.992 y un 1,9% para 2002, 2012 y 2022.
También, cabe explicar que el sistema de amortización escogido para el cálculo de los intereses hipotecarios es el francés. Que es el usado en España, cuya característica principal es que en los primeros años se pagan más intereses que en los últimos.
Si quieres seguir leyendo sobre este tema, puedes hacerlo aquí: El Economista y 20 minutos.