Negociar con solidez y obtener el crédito hipotecario que deseas es un desafío, más aún en el contexto actual en el que el euríbor ha sobrepasado ya el 4%. Para César, nuestro experto en intermediación hipotecaria, hay tres factores que marcarán la diferencia a la hora de negociar tu hipoteca: tu perfil laboral, tus ingresos […]
Negociar con solidez y obtener el crédito hipotecario que deseas es un desafío, más aún en el contexto actual en el que el euríbor ha sobrepasado ya el 4%. Para César, nuestro experto en intermediación hipotecaria, hay tres factores que marcarán la diferencia a la hora de negociar tu hipoteca: tu perfil laboral, tus ingresos y el estado de tus finanzas.
Perfil laboral
Aunque el mercado hipotecario está enfocándose en un perfil ideal conocido como "perfil boutique", basado en altos ingresos más allá de tu contrato laboral, tu empleo aún tiene un peso importante en la negociación. Y si eres funcionario o tienes un contrato indefinido con antigüedad, tienes una ventaja extra considerable a la hora de conseguir una buena hipoteca.
Ingresos
Necesitarás tener un buen nivel de ingresos que te permita destinar menos del 30% o 35% de tus ganancias netas mensuales al pago de la hipoteca. Así que asegúrate de tener un margen financiero holgado para demostrar tu capacidad de pago.
Finanzas en orden
Es crucial mantener tus finanzas en buen estado. En un momento en el que los bancos están tan estrictos con la evaluación de riesgos, mostrar un buen historial financiero demuestra responsabilidad y te ayudará a obtener una aprobación más fácilmente.
Ejemplos para negociar tu hipoteca
Sabemos que cada hipoteca es única, pero existen algunos trucos que pueden funcionar a tu favor, puesto que en ocasiones es posible negociar o sustituir las comisiones aplicables por productos relacionados. Aquí César nos muestra dos ejemplos:
- 1. Negociar una comisión por amortización anticipada del 0% a cambio de contratar una vinculación adicional, como un seguro de salud.
- 2. Para aquellos que no desean o no pueden contratar un seguro de vida, buscar productos asociados como un plan de pensiones o la pignoración de fondos (dejar en prenda acciones bursátiles o depósitos).
Estos trucos pueden ser efectivos para adaptar la hipoteca a tus circunstancias personales. Recuerda que la negociación hipotecaria es un juego de dar y recibir, así que busca un acuerdo justo y beneficioso para ambas partes.