Mejorar las condiciones hipotecarias está a la orden del día. Que si las subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, que si la continua subida del euríbor -está ya en un 2,8%-, que si la inflación… Esta retahíla de factores está afectando y mucho a todos aquellos hipotecados con un tipo […]
Mejorar las condiciones hipotecarias está a la orden del día. Que si las subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, que si la continua subida del euríbor -está ya en un 2,8%-, que si la inflación... Esta retahíla de factores está afectando y mucho a todos aquellos hipotecados con un tipo de interés variable. Por eso muchos de ellos están aprovechando dichas circunstancias para cambiar las condiciones de su hipoteca, y con ello, mejorarla.
Existen tres formas distintas de cambiar las condiciones de nuestra hipoteca, son las siguientes: la cancelación, la subrogación y la novación. En este post te contamos cuánto cuestan dichos cambios en las condiciones hipotecarias.
Cancelación
La cancelación hipotecaria es la forma más habitual de mejorar una hipoteca en cuanto a cambio de banco se refiere. En este caso, el proceso de mejora se haría a través de la cancelación del préstamo con la entidad bancaria inicial y la formalización de una nueva hipoteca con el nuevo banco elegido. Por lo tanto, esta modalidad se caracteriza por la firma de una nueva hipoteca, en vez de únicamente por su cambio entre entidades. Esta mejora de hipoteca conlleva una serie de gastos adicionales, principalmente porque estamos hablando de la formalización de una nueva hipoteca. Por lo que habría que pagar de nuevo, por ejemplo, la tasación, entre otras cosas.
Subrogación
Esta modalidad de cambio hipotecario tiene su razón de ser en el cambio de acreedor, es decir, de entidad bancaria. Una subrogación hipotecaria es un proceso financiero en el cual, la deuda o hipoteca se cambia de un banco a otro con el fin de mejorar sus condiciones. Por otra parte, debemos recordar que esta forma de mejorar una hipoteca es la menos usada por las entidades bancarias. Aunque a nivel coloquial siga siendo el concepto más usado a la hora de referirse al proceso de mejora hipotecaria.
Novación
Una novación hipotecaria es una operación en la que se pueden cambiar las condiciones de una hipoteca en el mismo banco donde se firmó inicialmente. Es la única modalidad de mejora hipotecaria que permite hacerlo sin necesidad de buscarse otra entidad bancaria. Es decir, una novación hipotecaria se podría entender como una renegociación de las condiciones pactadas en el momento de la compra de una vivienda con la misma entidad con la que se firmó.
Recomendación de experto
Desde Hipoo, nuestro consejo si se quiere realizar una cancelación, una subrogación o una novación es revisar de forma clara y precisa las condiciones iniciales de nuestra hipoteca. Debido, principalmente a que un cambio de condiciones hipotecarias conlleva un gasto añadido. Por lo tanto, no es una operación que deba hacerse a la ligera. Sobre todo porque, como bien recuerdan nuestros expertos, una hipoteca suele tener una vida de varias décadas de duración. Por ello, tenemos que adoptar una perspectiva a largo plazo dentro de nuestras finanzas personales y cómo nos afectaría a las mismas una progresión alcista como la actual del euríbor, o un cambio de condiciones hipotecarias a años vista contando sus comisiones subyacentes, por ejemplo.