El mundo online nos ha invadido de forma invisible en los últimos años. Los móviles se han ido haciendo cada vez más grandes y los ordenadores cada vez más pequeños, lo que ha provocado una revolución a nivel tecnológico. Lo que era imposible hace unos pocos años, se ha vuelto realidad gracias a la digitalización de prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, ¡hasta podemos pagar con el propio móvil!
En ese sentido, incluso los sistemas más analógicos, como los hipotecarios, se han flexibilizado dando opción a la entrada de sus pares digitales. La cuestión que nos ocupa y por la que habrás entrado aquí nos aporta un ejemplo perfecto de cómo la digitalización de una serie de procesos puede hacernos ahorrar tanto tiempo como dinero.
Cómo es una hipoteca tradicional
Contratar una hipoteca, en este caso, se ha considerado históricamente como un procedimiento muy estandarizado con las idas y venidas al banco, la búsqueda de documentos en profundidad o la necesidad de la cita previa para poder acceder a ellos. En definitiva, una serie de papeleo y burocracia. Que, en muchos casos, harán que la ansiada firma se postergue en el tiempo varias semanas más de lo esperado.
El proceso a seguir si se quiere contratar una hipoteca de forma tradicional tiene varios pasos. Te los vamos a explicar detalladamente para que no tengas ninguna duda y luego puedas comparar por ti mismo.
Primero, y una vez que has decidido comprar una vivienda y comprobar que no tienes dinero suficiente para pagarla al contado y que debes pedir una hipoteca al banco para ello, tienes que mirar banco por banco las distintas ofertas a tu alcance que mejor se adapten a tus necesidades.
Una vez que te hayas decidido por la que mejor se ajusta a tus posibilidades y situación personal, deberás aportar una gran cantidad de papeles para demostrar quién eres y que puedes hacer frente al préstamo durante toda la vida del mismo. Después, el banco tendrá que analizar toda la información dada y comprobar los posibles riesgos a asumir al concederte el préstamo.
Cuando cuentes con la aprobación del banco, deberá ser el vendedor de la vivienda el que tendrá que aportar la documentación pertinente y necesaria para poder realizar los trámites de la compraventa.
Y, por último, una vez recogida y verificada toda la documentación, tanto del comprador como del vendedor, se debe establecer una fecha para la firma de la hipoteca. A la que tendrán que acudir diversas personas.
Todo este proceso abarca de media unas siete semanas, es decir, más de dos meses desde que se inicia el procedimiento.
Cómo es una hipoteca online
Si te has fijado bien, en una hipoteca tradicional muchos de los trámites suponen algún tipo de desplazamiento, gastos e inversión de tiempo. En el caso de una hipoteca online desaparecen casi todos estos inconvenientes.
Así, la documentación que debe aportar el comprador de la vivienda puede ser recopilada por la misma entidad bancaria de forma telemática sin necesidad de que el comprador tenga que llevar ningún papel.
El análisis de solvencia se hace también informáticamente. Así como la petición de documentación al vendedor. Lo que le evita tener que ir a las oficinas del banco. Incluso la gestión de la fecha de firma también se puede hacer telemáticamente.
En total, se estima que tramitar una hipoteca de forma online supone de media únicamente tres semanas.
Ahorro de costes y tiempo durante el proceso
Como puedes comprobar, las hipotecas online suponen un ahorro cuantitativo de tiempo, además de una economización de esfuerzos en el momento de búsqueda de papeles y documentos varios. También existe, del mismo modo, un ahorro de dinero, puesto que la depuración del proceso hace más eficiente la forma de contratación.
Para que conozcas un poco más qué es esto de las hipotecas online y poder compararlas con las hipotecas tradicionales, te vamos a explicar en detalle cómo es cada una de las fases de una solicitud común de hipoteca según su tipología.
Preformalización
En la fase de preformalización de una hipoteca tradicional se solicita al comprador toda la documentación necesaria para poder hacer un estudio exhaustivo de las posibilidades de poder pagar el préstamo una vez concedido, solicitándole la siguiente documentación:
- NIF o NIE en el caso de ser extranjero
- Contrato de señal o de arras
- CIRBE o registro de endeudamiento
- Declaración del IRPF del último año
- Escrituras de cada inmueble que se posea
- Vida laboral actualizada
- Extractos bancarios recientes
- Contrato de arrendamiento si el actual domicilio del solicitante es alquilado junto a los últimos recibos del alquiler
- En el caso de ser trabajador por cuenta ajena:
-
- Contrato laboral
- Últimas nóminas
- Justificación de ingresos adicionales al de la nómina si se tienen
- Recibos de préstamos si se tienen
- En el caso de ser trabajador por cuenta propia:
-
- Declaración anual del IVA
- Pagos trimestrales del IVA
- Declaración anual y fraccionada del IRPF
- Últimos recibos del pago a la Seguridad Social
En el caso de una hipoteca online, toda esta información se puede obtener gracias a diversas tecnologías como la agregación de datos, la extracción automática de datos del IRPF mediante el Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR) y la Automatización Robótica de Procesos (RPA), la firma digital y un gestor documental automatizado (BPM). Con esta situación, en una semana se tiene toda la documentación, algo que con la hipoteca tradicional tardaría hasta dos semanas con el gasto económico que ello conlleva.
Análisis de la operación
Las entidades bancarias realizan complejos cálculos para comprobar si una hipoteca es adecuada para un cliente o no. Para ello deben tener en cuenta datos como la capacidad de devolución del préstamo, el importe de tasación, el valor de compraventa, la estabilidad laboral y los avalistas.
A la tecnología empleada tradicionalmente se unen en una hipoteca online otras como los algoritmos desarrollados con inteligencia artificial, la realidad virtual para conocer el inmueble, la identidad digital, el reconocimiento del lenguaje, la valoración automática (AVM) y la simulación de riesgos financieros. Estamos hablando de tener todo hecho en una semana y media. Algo que tarda unas dos semanas en una hipoteca tradicional.
Documentación a aportar por el vendedor de la vivienda
La documentación que debe aportar el vendedor del inmueble se resume en:
- Título de propiedad o Escritura de compraventa
- DNI o NIE en caso de ser extranjero
- Nota simple (titularidad de la vivienda y descripción de la misma por parte del Registro de la Propiedad) (enlace Nota simple del Glosario)
- Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
- Certificado de no tener deudas con la comunidad
- Hipoteca: Certificado de deuda pendiente y Cancelación Registral
- Certificado de eficiencia energética
Ahora bien, en una hipoteca online ya te imaginarás que no hará falta que el vendedor aporte ningún tipo de documentación directamente. Debido a que todo podrá ser recopilado por el mismo banco gracias a tecnologías como la firma digital y un gestor documental automatizado (BPM). De nuevo podemos realizar en una semana lo que tradicionalmente se haría en dos.
La firma de la hipoteca
El último paso para la contratación de una hipoteca ya sea online o tradicional, es la firma conjunta del préstamo hipotecario. Esta última parte del procedimiento es la única ineludible y presencial en ambos casos por la envergadura del documento y sus consecuencias a futuro. A este acto deberán acudir:
- Dueño del inmueble
- Acreedor del préstamo (banco)
- Avalistas (si tuvieran)
- Notario
- Registrador
- Tasador
Conclusiones
En muchos casos, la elección de un proceso hipotecario u otro suele ser resultado de la confianza que otorgue el cliente a la digitalización de su producto. Por su parte, todas las partes implicadas, en especial los propios bancos, son los más interesados en la dinamización del procedimiento. Porque para ellos significa un ahorro de esfuerzos y recursos. Y, en consecuencia, eso repercute en el cliente de forma positiva, agilizándolo todo y ahorrando tiempo y costes.
Por lo tanto, la decisión final es y será siempre tuya, solo deberás tener en cuenta qué forma se adapta mejor a ti y a tus intereses.